De los postulados, se escogieron 3 finalistas (Centro de Integración Local Para Migrantes Barranquilla, Colombia, Espacio de Apoyo Integral Manta, Ecuador y Fundación Diálogo Diverso Quito/Cuenca, Ecuador) y ganó Centro de Integración Local Para Migrantes Barranquilla, Colombia.
Este centro operado por la Secretaría del Gobierno de Barranquilla, que durante los dos años de Pandemia pudo atender a más de 25.000 personas, presentó un modelo de atención que centraliza la oferta nacional, distrital y local, articulada con la cooperación internacional para atender a la población en situación de movilidad humana, incluso fuera del centro.
El modelo cuenta con mecanismos de seguimiento e indicadores claros en su proceso de verificación y medición de personas atendidas, así mismo cuenta con un enfoque diferencial en la asistencia para niñas, niños, adolescentes, mujeres gestantes y población con VIH.
El modelo adaptativo y de fácil réplica, permite diseñar una oferta personalizada a las diferentes comunidades a las que presta atención humanitaria. Especialmente si se trata de niñas, niños y adolescentes en el acompañamiento legal, apoyo educativo, jornadas informativas y capacitaciones en el acceso a derechos y protección para funcionarios públicos y privados.
En términos de innovación, es una propuesta que llama la atención gracias a su arquitectura de atención, pues permite brindar servicios y atención móviles de manera integral, mientras aplica principios de co-creación de los servicios mismos, siendo la comunidad misma la que termina definiendo, implementando y evaluando dichos servicios.
Presentó su iniciativa llamada “Mi Casa Fuera de Casa”, en donde prestan atención integral (médica, legal y psicológica) a partir de un enfoque de derechos a población en situación de movilidad humana, con énfasis LGTBIQ+.
Además de ser una iniciativa pionera en la atención específica a población LGTBIQ+, presentan un servicio basado en investigación participativo, que les permite monitorear claramente todo el modelo de gestión, incluida su sostenibilidad. Así mismo, esta experiencia ha impactado grupos vulnerables más allá de su población objetivo, generando réplicas tangibles en Colombia y Perú.