Yasmina personifica la esperiencia de miles de venezolanos que, al dejar su tierra natal, se desempeñan en diversos roles en el lugar al que llegan pero con el tiempo encuentran su camino hacia la integración en la comunidad de acogida, aprovechando su formación y experiencia para desempeñarse en su campo de experiencia. Como periodista, Yasmina ha forjado una importante trayectoria en Quito, dedicando sus esfuerzos a visibilizar la complejidad de la migración en esta ciudad. Su compromiso va más allá de las palabras, convirtiéndose en un punto de conexión esencial entre Ciudades Incluyentes y aquellos migrantes en busca de apoyo. Este rol la ha convertido en un puente que fomenta valores clave como la inclusión, la solidaridad y una integración genuina y efectiva.
A través de su trabajo, Yasmina no solo ha dado voz a las historias y desafíos de los migrantes, sino que también ha promovido un diálogo enriquecedor entre diferentes comunidades.
Su labor periodística trasciende las líneas de una historia, creando un espacio de entendimiento y empatía en el que las personas se unen para compartir experiencias y construir puentes hacia una coexistencia armoniosa.
Yasmina encarna la colaboración que es esencial para una sociedad inclusiva. Su voluntad de tender una mano amiga y guiar a los necesitados demuestra que la solidaridad es una herramienta poderosa para derribar barreras y enriquecer vidas. A través de su compromiso valiente y su pasión por la transformación social, ha contribuido significativamente a la construcción de un entorno donde los migrantes se sienten valorados, acogidos y empoderados.
Yasmina ha tejido un legado de comprensión y cambio a través de su trabajo incansable, demostrando que la migración puede ser una fuerza positiva que enriquece y fortalece las comunidades si se aborda con empatía y colaboración. Su influencia resuena en la búsqueda constante de una ciudad más incluyente y solidaria, donde las diferencias se celebran y la unidad prevalece.