Durante todo el mes de abril, se coordinó primero una jornada de limpieza previo a la adecuación y revisión técnica del terreno, para posteriormente reutilizar materiales existentes y recuperar el espacio, pintándolo y adecuándolo para que invitara a todas las personas que conviven en la comunidad.

Hoy, después de unas semanas de haber sido reconstruido, es normal ver a las personas que antes terminaban las tardes en las salidas de sus viviendas, acercarse al Triangulito con sus sillas, pero para terminar la tarde allá, en compañía de vecinos y vecinas, rodeados de más personas y de niños -que sin importar la nacionalidad- comparten un espacio diario, antes de que caiga la noche. E incluso, a partir del alto y frecuente uso del espacio público, desde Ciudades Incluyentes se hizo entrega de un proyector, sillas, parlantes, micrófonos y ventiladores, para que también en horas de la noche, se puedan reunir en el Triangulito a ver películas.