Entre mayo y agosto de este año, OIM y USAID se dieron a la tarea de rehabilitar el Salón Comunitario de Villa del Mar en el Corregimiento La Playa en Barranquilla. Si bien el salón ha traído múltiples beneficios para todas las personas, pues facilita tener espacios que van desde jornadas de vacunación hasta adelantar procesos del ETPV, el espacio público de alrededor del Salón no era el adecuado para todo el desarrollo comunitario que venía dándose en el interior.
Conscientes de ello -y a partir de los resultados de la metodología de Block by Block, implementada por los mismos meses de construcción del Salón- desde Ciudades Incluyentes convocamos una reunión con 26 líderes/as colombianos y venezolanos, con el fin de buscar la forma de rehabilitar y contar con un espacio público accesible y cercano, que pudieran ser disfrutado en el día a día de la comunidad.
Conjuntamente trazamos un plan de acción en donde el primer paso fue reunir -en el Salón Comunal- a alrededor de 28 niñas, niños y jóvenes, de la población refugiada y migrante, así como de la comunidad de acogida. A través de talleres ágiles de cocreación, pudimos identificar la forma en cómo querían darle vitalidad al entorno inmediato del Salón.
Desde la motivación: todos los niños y niñas indicaban que su “comunidad ideal” debía incluir espacios verdes para que ellos -pero también para que sus padres, familiares y amigos- pudieran estar reunidos en el mismo lugar. Lo anterior, indicaba que no solo eran necesarios parques y juegos en el espacio público, sino también exponía la necesidad de contar con bancas o sillas para que las personas mayores (o las que simplemente no quisieran jugar) pudieran estar presentes ahí también.
Desde la barrera: así mismo, las niñas y niños señalaban que la basura en el espacio público era la barrera más grande para conseguir su “comunidad ideal”. Mencionaban que en donde había basura no solamente no había espacio para divertirse, sino que al final la basura terminaba llamando más basura.
Tras los talleres volvimos a reunirnos con los vecinos de la comunidad para socializarles los resultados, pero también para encontrar la forma de organizarnos para definir e implementar la acción que transformaría el espacio público. Se definió el diseño final (con base en los resultados de los menores) y también se estableció la forma de trabajo y coresponsabilidades de la transformación del territorio.
Entre 37 vecinos y vecinas de Venezuela y Colombia, dividimos en dos jornadas de integración social para intervenir los 2×20 metros de espacio público que rodean el Salón Comunal. Dos días de trabajo solidario en donde todas las personas y familias de la comunidad pusieron su grano de arena para mejorar una parte de Villa del Mar.
En un fin de semana pudimos hacer parte de la organización para intervenir 40mt2 que transformaron el entorno del salón donde regularmente van. A través de una intervención de bajo costo, sencilla y ágil, pudimos facilitar bancas y jardines, pero sobre todo: un proceso de cocreación y coconstrucción en donde el mismo proceso participativo afianza el sentido de pertenencia y de integración de todas las personas que participaron en esta intervención, sin importar su lugar de origen.
El pasado 23 de noviembre, la Directora Ejecutiva de ONU-Habitat, la Sra. Maimunah Mohd Sharif, visitó el corregimiento La Playa para conocer las acciones que #CiudadesIncluyentes está implementando en el sector de Villa del Mar. Recorrió gran parte de la Unidad de Intervención Territorial definida por el Proyecto, habló con personas de la comunidad, con representantes de las 3 agencias de las Naciones Unidas que implementan Ciudades Incluyentes, asistió al Salón Comunal donde se adelantaba una jornada de vacunación contra el COVID-19, y al salir pudo compartir con niños y niñas colombianas y venezolanas el nuevo espacio público intervenido unos días antes. “Nunca pensamos que haciendo tan poquito, pudiéramos generarle tanta alegría a nuestros hijos. Antes era un problema porque teníamos que irnos hasta la cancha de fútbol que nos queda lejísimos(!)” mencionó Maye, una lideresa venezolana que vive en el Corregimiento hace más de 6 años. También Daniel mencionó que “Ahora mi mamá me deja salir a jugar con mis amigos más fácil, antes se ponía nerviosa y me obligaba a entrarme antes de las 5”.
Esta pequeña muestra de acción coordinada entre la comunidad y el equipo de Ciudades Incluyentes demuestra todo el potencial de integración y por ende de prosperidad, que existe en el territorio, cuando se cocrean las soluciones del hábitat sin importar la escala en que se hagan.
Esta pequeña acción le antecede a las acciones de urbanismo táctico que se estarán haciendo, en el marco de Ciudades Incluyentes, Comunidades Solidarias.
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